Reducir la ansiedad en niños, 8 claves para lograrlo
Hoy en día con las prisas, los atascos, las extraescolares, los deberes, las quedadas familiares, los planes con amigos… los niños andan de arriba abajo sin parar, sin tener un momento para aburrirse y jugar a sus anchas. Esto ocurre sobre todo en las grandes ciudades, donde se pierde mucho tiempo con los desplazamientos y el tiempo nos va pisando los talones. Si esto tiene consecuencias en el estrés de los adultos, imaginemos el estrés que transmitimos a los hijos. Los niños también sufren las consecuencias de tanto ajetreo diario y por ello, a continuación, te voy a proponer 8 tips para que podamos reducir la ansiedad que todo esto les genera.
1.- Aplicar un poco de»Ritmo lento».
El ritmo lento consiste en reducir la velocidad con la que se realizan ciertas rutinas siempre que sea posible. En ocasiones, con despertarnos 15 minutos antes de lo habitual nos organizamos mejor, llegamos con tiempo y nos olvidamos de las prisas a primerísima hora de la mañana, ya que en caso contrario los niños ya llegan estresados al colegio. Además, ayuda dejar la mochila y la ropa de la extraescolar preparada el día anterior. El tema es que si vamos corriendo a todas partes, histéricos y ansiosos, eso es lo que precisamente le transmitimos a los hijos y también ellos se ponen más nerviosos y llegan más cansados al final del día.
2.- Priorizar y organizarse.
Una de las principales claves para reducir el estrés diario es organizarse muy bien, en el caso de los niños les va muy bien tener un horario muy claro y a la vista, de lo que toca hacer en cada momento e ir estableciendo así unas rutinas. Las rutinas una vez se adquieren tienen la ventaja de que reducen la conflictividad, ya que el niño automatiza y asume qué toca hacer en cada momento y a su vez reduce la ansiedad porque ya sabe qué toca hacer y se puede ir anticipando a ello. Además, así aprende una valiosa lección para toda la vida: la organización. Los niños con horarios (que contemplen también el tiempo libre) y rutinas bien establecidas, son niños que gestionan mejor el tiempo en el futuro. Recordemos que aprenden de lo que ven en casa.
3.- Saber decir que NO.
Otra de las claves necesarias para reducir la ansiedad de los niños es no llenarse de actividades y planes con los amiguitos y la familia, sobre todo si vemos que no llegamos a todo y no vamos a tener tiempo para descansar el fin de semana. Es mejor acudir a menos planes, pero estar un buen rato y disfrutarlos bien y con tranquilidad. Igual de importante es que los padres sepan decir que no a determinados recados o favores que les pidan, intentando priorizar y no quedar bien con todo el mundo absolutamente siempre.
4.- Simplifica.
Parece una de las claves más obvias. Sin embargo, cada día nos encontramos más madres y padres que se complican sus quehaceres diarios en lugar de simplificar. Más vale que algo esté hecho aunque no esté perfecto, a que esa tarea se quede sin hacer y vayamos acumulando una lista interminable que nos estrese a nosotros e indirectamente a los hijos, ya que perciben perfectamente nuestro estrés.
5.- Establecer momentos de ocio no organizado.
Al igual que hay que tener muy organizada la semana para evitar prisas e imprevistos dentro de un horario, que colgaremos en algún lugar que veamos todos los días. Asimismo, es fundamental que ese horario semanal recoja momentos de ocio y descanso no organizado. Los niños también necesitan descansar y aburrirse. De hecho el aburrimiento es altamente beneficioso para desarrollar la imaginación y la creatividad y fomenta la autoestima, ya que el niño comprueba que es capaz de divertirse por sí mismo con algo que ha creado o decidido él solo. En este punto es interesante, que los padres jueguen también con los niños, al juego que decidan ellos y aprovechar para hacerles elogios y tener un momento de pausa y divertimento con ellos.
6- Dormir y comer bien. Sin prisas, ni ansiedad.
Si no cumplimos con las horas necesarias de sueño va ser mucho más fácil andar irascible y ansioso por la vida. Dormir las horas necesarias y dormir bien es beneficioso para el desarrollo evolutivo del niño, en numerosos aspectos, de tal forma que si no duerme las horas necesarias, se puede ver afectado su carácter durante el día, así como su umbral de tolerancia a la frustración, sus procesos de aprendizaje, su sistema inmune, etc. Si quieres saber cómo hacer que duerma bien y conocer las horas de sueño que tocan por edad te invito a que pinches aquí.
En cuanto a las comidas, lo mejor sería que fuesen un momento relajado del día, sin prisas, un tiempo de disfrutar, de hablar de las cosas buenas que nos han pasado y parar un instante de todo. Por ello, este momento es importante que sea siempre calmado y que apliquemos el ritmo lento para saborear los alimentos, sino no nos dará la sensación de que ni hemos comido, no nos saciaremos y querremos comer más.
7.- Taller de relajación para niños.
Al igual que con los adultos, también es básico que los niños aprendan como relajarse a sí mismos cuando se notan nerviosos. Para ello, existen numerosos talleres específicos para niños donde pueden aprender la diferencia entre tenso y relajado, a respirar bien sin hiperventilar, a relajarse con ejercicios sencillos de yoga o tensión-distensión, etc.
Como el taller de relajación para niños/as de 6-12 años, que se ofrece en este centro, los jueves de 18.30-19.30h y con el que podrás reservar plaza con una sola llamada y pedir más información.
8.- Acudir a un profesional en los siguientes casos.
A pesar de ello, nos daremos cuenta en algunos casos que todas estas pautas dadas, de carácter general, no son suficientes para casos específicos en los que percibimos que el niño está más nervioso de lo habitual y esto está empezando a afectar a su día a día. En estos casos recomendaremos que se acuda a un profesional. ¿Cuando acudir a un psicólogo?